Siempre me han dado horror los timbres


“Siempre me han dado horror los timbres. Incluso durante el día, cuando trabajo en mi despacho, contesto al teléfono con cierto malestar. Pero por la noche, especialmente cuando me sorprende en pleno sueño, el timbre del teléfono desencadena en mí un verdadero pánico animal, que debo dominar antes de coordinar lo suficiente mis movimientos para encender la luz, levantarme e ir a descolgar el aparato. Y aun entonces, necesito hacer un verdadero esfuerzo para anunciar con voz tranquila: «Arthur Browning al habla». Con todo, no recupero mi estado normal hasta que reconozco la voz que se dirige a mí desde el otro extremo del hilo y no me siento absolutamente tranquilizado hasta que sé por fin de qué se trata.”

De “La mosca”, relato incluido en “Relatos del antimundo” por George Langelaan.

Teoría "Botas" de la injusticia socioeconómica del capitán Samuel Vime


"La razón por la que los ricos eran ricos, razonaba Vimes, era que se las arreglaban para gastar menos dinero.Tomemos el caso de las botas, por ejemplo. Él ganaba treinta y ocho dolares al mes mas complementos. Un par de botas de cuero realmente buenas costaba cincuenta dolares. Pero un par de botas, las que aguantaban mas o menos bien durante una o dos estaciones y luego empezaban a llenarse de agua en cuanto cedía el cartón, costaban alrededor de diez dolares. Aquella era la clase de botas que Vimes compraba siempre, y las llevaba hasta que las suelas quedaban tan delgadas que le era posible decir en que lugar de Ank-Morpork se encontraba durante una noche de niebla solo por el tacto de los adoquines.Pero el asunto era que las botas realmente buenas duraban años y años. Un hombre que podía permitirse gastar cincuenta dolares disponía de un par de botas que seguirían manteniéndole los pies secos dentro de diez años, mientras que un pobre que solo podía permitirse comprar botas baratas se habría gastado cien dolares en botas durante el mismo tiempo y SEGUIRÍA TENIENDO LOS PIES MOJADOS. Esa era la teoría "Botas" de la injusticia socioeconómica del capitán Samuel Vimes."

De "Hombres de armas", por Terry Pratchett.

Cuentan que la curiosidad mató al gato


“Cuentan que la curiosidad mató al gato, pero no cuentan si lo que descubrió merecía la pena”. 

José Saramago.

Mi cabeza está enmarañada, y cuando algo se busca, todo se pierde dentro


“Kepa tendrá la cabeza llena de cajoncitos, como la mesa de Anderea, que abre y cierra cuando necesita. Claro está que así nunca olvida nada. ¡Cómo me gustaría ser así! Pero, en cambio, mi cabeza está enmarañada, y cuando algo se busca, todo se pierde dentro.No puedo coger una cosa sin llevarme otra enganchada.”

Ilé Eroriak, personaje de “Pequeño teatro”, por Ana Mª Matute.